IFRS: las Pyme Acusan Falta de Información y Temor por los Costos de la Nueva Norma

Desde enero, las pequeñas y medianas empresas que lleven contabilidad completa debían comenzar a realizar su balances mediante la Norma Internacional de Información Financiera (IFRS). Pero no ha sido fácil y piden que sea gradual.

Falta de diálogo con las autoridades, desinformación, incertidumbre y preocupación en relación a los costos que pueda involucrar la aplicación de la Norma Internacional de Información Financiera, IFRS, son parte del panorama que hoy viven las pequeñas y medianas empresas chilenas.

Es que desde que el gobierno adoptó el nuevo sistema contable en 2009 y tras su implementación por parte de las grandes empresas, los pequeños empresarios sabían que el turno les llegaría.

Es así como la obligatoriedad de adoptar IFRS comenzó en 1 de enero y debería registrar los primeros resultados a fines de este año, con la entrega de las FECU bajo la norma internacional, que deben implementar todas las empresas que lleven contabilidad completa, pero que no están fiscalizadas por alguna Superintendencia, como las sociedades de personas.

Pedro Davis, presidente de Conupia, cuenta que aún no han tenido conversaciones con el Colegio de Contadores, ente fundamental en la capacitación de profesionales en IFRS y que además han tenido poco apoyo del gobierno. “Han estado muy complejas las conversaciones con las autoridades, porque el ministro (Pablo) Longueira escuchó como sus regalones a los consumidores, olvidándose un poco de las pyme”, agregó.

Otra de las inquietudes de las pyme apunta al costo que podría tener el traspaso de la información contable  al instrumento internacional.

“Esperamos que por lo menos no signifique más costos, y signifique algún beneficio. Es labor de la institución fiscalizadora, del SII, definir de qué manera se podría apoyar a las empresas que implementaran esto. Hacerlo porque sí no tiene mucho sentido”, enfatizó Davis.

En esa línea, el dirigente pyme aboga porque las autoridades consideren una implementación gradual. Para él, las 10 mil grandes y las cerca de 20 mil medianas empresas que son las que facturan entre  $500 millones y $2.000 millones anuales, lo van a implementar sin problemas porque tienen departamentos de contabilidad propios. Sin embargo, estima que “de las 150 mil pequeñas, no más de 10 mil lo van a implementar en esta primera etapa”.

¿BENEFICIOS?

Uno de los principales argumentos de la autoridad para que las pyme lleven su contabilidad a IFRS es que resultarían más atractivas para las entidades financieras. Esta idea es compartida por el abogado de Tax & Legal de Deloitte, Patricio Lizárraga, quien asegura que con esta aplicación “las pequeñas y medianas van a tener mayor facilidad de acceso al crédito, con mejores intereses y plazos, además de una mayor apertura a los mercados internacionales”.

El presidente de la Conupia dice no estar tan seguro. “Los bancos sólo le prestan capital a los grandes y el hecho de que haya una mejor contabilidad no significa que los negocios sean mejores”.

Agrega que “la micro y pequeña empresa en Chile exportan menos del 0,6% del total de las exportaciones, o sea somos absolutamente irrelevantes”, mientras que desde el punto de vista de los requerimientos internacionales, “sólo afecta indirectamente a los que son proveedores de medianos o grandes”, dice.

Por lo pronto, el próximo 21 de marzo dirigentes pyme se reunirán con el ministro Longueira para abordar el tema.

¿Quiénes deben aplicarla?

La norma europea IFRS comenzó a ser exigida para las grandes empresas en 2009 por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). No obstante, a comienzos de este año las pyme que lleven contabilidad completa, es decir, que confeccionan estados financieros y presentan libros contables de respaldo, también quedaron sujetas a la aplicación de esta norma de contabilidad internacional.

A las pyme se les permite utilizar la norma IFRS pyme, que es más sencilla que la versión full que se le exige a las empresas más grandes.

José Monsalve, presidente del auditores de Chile, cree que va a ser un proceso gradual donde a medida que sea exigida la norma por los bancos o para participar en una licitación, esta se convertirá en una ventaja competitiva.

Sin embargo, Patricio Lizárraga de Deloitte, plantea que el Servicio de Impuestos Internos podría no aceptar la información financiera de un contribuyente si esta no está en IFRS, pero cuando la norma ya esté completamente adoptada en el país.

Fuente: El Pulso

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